• Durante la década del 2000 los bancos y empresas islandesas se lanzan abrupta y apresuradamente a una carrera de expansión económica, todos con miras de grandes ganancias en el extranjero (principalmente en la Unión Europea).
• La crisis se extendió cuando los bancos pasaron a ser incapaces de refinanciar sus deudas. Las operaciones de los bancos islandeses llegaron a 10 veces el PIB de Islandia. Comparado con el tamaño de su economía, el colapso bancario de Islandia es el mayor sufrido por cualquier país en la historia económica mundial.
• Los hogares islandeses también tuvieron una importante participación, endeudándose por un volumen equivalente al 213% de la renta disponible, lo que condujo a la inflación. Esta inflación fue exacerbada por la práctica del Banco Central de Islandia de emitir préstamos de liquidez a los bancos en la base de bonos de nueva emisión y sin cobertura, lo que en la práctica venía a significar imprimir dinero.
• Los bancos islandeses tenían un tamaño tan superior al de la economía nacional que el Banco Central de Islandia y el gobierno islandés no eran capaces de garantizar el pago de las deudas de sus bancos, lo que condujo al colapso de los tres principales bancos privados: Kaupthing, Landsbankinn y Glitnir.
• La liquidez hacia los bancos islandeses en el extranjero se paró con la caída de Lehman Brothers en el 2008. Al producirse la crisis estadounidense, el gobierno Británico intervino los bancos operantes en Gran Bretaña y es donde el Gobierno Islandés se ve obligado a intervenir localmente de forma en la que se garantizaran los depósitos islandeses con lo que una vez concedido el permiso, inician con la nacionalización de los tres principales bancos ya colapsados.
• Los ahorradores británicos y holandeses quedaron captados por las denominadas cuentas "Icesave". Ambos gobiernos deciden pagar a sus ahorradores sus depósitos pero exigiendo a Islandia la garantía mínima de depósito y el pago total de la deuda la cual sumaba unos 4 mil millones de Euros.
• Los ciudadanos islandeses se lanzaron a las calles a manifestarse en contra del pago de tales deudas a los gobiernos de Gran Bretaña y Holanda. El gobierno sometió a referéndum el pago de la deuda contraída por los bancos privados islandeses en quiebra con ahorradores del Reino Unido y Países Bajos, pero el 90% de los ciudadanos se negó a asumirla.
• La nacionalización de los principales bancos, el no pago de la mayoría de operaciones extranjeras, un programa de consolidación fiscal a medio plazo, la recuperación de un sistema bancario doméstico viable, el establecimiento de controles de capital y el trabajo y la adhesión a la Unión Europea fueron varias de las medidas tomadas para solucionar la crisis.
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