sábado, 17 de agosto de 2013

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Situación actual

Actualmente, Islandia cuenta con una libre economía de mercado, con impuestos relativamente bajos comparados con otros miembros de la OCDE, manteniendo un estado de bienestar que provee asistencia sanitaria universal y educación superior gratuita a sus ciudadanos. En años recientes se convirtió en uno de los países más acaudalados, y en 2009 fue clasificado por la ONU como el tercer país más desarrollado del mundo.


Soluciones

La posición financiera de Islandia ha mejorado significativamente desde el crash. La contracción económica y el aumento del desempleo parecían haber sido reconducidos hacia finales de 2010, recuperando la senda del crecimiento económico a mediados de 2011. Se dan tres importantes factores que pueden haber contribuido a ello.

En primer lugar, la legislación de emergencia aprobada por el Parlamento islandés en octubre 2008 sirvió para minimizar el impacto de la crisis financiera global sobre el país. La Autoridad Financiera de Islandia utilizó la autorización concedida por la legislación de emergencia para hacerse cargo de las operaciones domésticas de los tres principales bancos. Las mayores operaciones extranjeras de estos bancos, no obstante, pasaron a suspensión de pagos.

Un segundo factor importante es el éxito del acuerdo Stand-By firmado con el FMI en noviembre de 2008. Este acuerdo incluye tres pilares.
  • El primer pilar es un programa de consolidación fiscal a medio plazo, que supone dolorosas medidas de austeridad y aumentos de impuestos significativos. El resultado ha sido que la deuda del gobierno central quedó estabilizada en torno al 80–90% del PIB.
  • El segundo pilar es la recuperación de un sistema bancario doméstico viable, si bien dramáticamente reducido, construido sobre las ruinas del excesivo sistema bancario internacional que el gobierno fue incapaz de rescatar.
  • Un tercer pilar es el establecimiento de controles de capital y el trabajo para su gradual relajamiento hasta restaurar los vínculos normales con el mundo financiero internacional.
Un importante resultado de la legislación de emergencia fue y del acuerdo con el FMI es que el país no ha sido afectado seriamente por la crisis de deuda soberana que afecta a Europa desde 2010.

A pesar del debate con Reino Unido y Holanda sobre la cuestión de la garantía estatal sobre los depósitos en Icesave de estos países, los credit default swaps en la deuda soberana islandesa han mantenido una progresión estable y descendente desde los 1000 puntos previos al crash de 2008 hasta alrededor de 200 puntos en junio de 2011.

El hecho de que los activos de las sucursales del fallido Landsbankinn se estiman ahora que podrían cubrir la mayor parte de las reclamaciones de los depositantes ha tenido una importante influencia para relajar la preocupación sobre la situación.

Finalmente, el tercer factor importante detrás de la solución de la crisis financiera fue la decisión del gobierno de Islandia de solicitar la adhesión a la Unión Europea en julio de 2009. Si bien las visiones sobre la posibilidad de ser miembro de la UE no están de acuerdo en el caso de Islandia, esta medida sirvió para mejorar la credibilidad del país en los mercados financieros internacionales.

Un signo de éxito de los esfuerzos anteriormente mencionados es el hecho de que el gobierno de Islandia fue capaz de levantar con éxito 1$ millardo en una emisión de bonos el 9 de junio de 2011. Esto indica que los inversores internacionales han dado un voto de confianza tanto al nuevo gobierno como al nuevo sistema bancario.

Consecuencias

La crisis financiera tuvo gravísimas consecuencias para la economía islandesa. La moneda nacional se ha devaluado de forma pronunciada, las transacciones en moneda extranjera se suspendieron virtualmente durante semanas, y la capitalización bursátil de la Bolsa islandesa se redujo en más del 90%.

Como resultado de la crisis, Islandia se encuentra todavía en una severa recesión económica; el producto interno bruto del país disminuyó en un 5,5% en términos reales en los primeros seis meses de 2009.

El coste de la crisis aún no se puede determinar, pero ya supera el 75% del PIB en 2007. Fuera de Islandia, más de medio millón de depositantes (mucho más que toda la población de
Islandia) tienen sus cuentas bancarias congeladas en medio de una discusión diplomática sobre el seguro de depósitos.

El banco alemán BayernLB se enfrenta a pérdidas de hasta 1.500 millones de euros y ha tenido que buscar ayuda del Gobierno Federal Alemán. El Gobierno de la Isla de Man pagará la mitad de sus reservas, lo que equivale al 7,5% del PIB de la isla, en el seguro de depósito.

La crisis financiera provocó todo un movimiento de protesta popular en Islandia, que llevó a la celebración de dos refrendos nacionales sobre la asunción de la deuda externa de los bancos islandeses.

Causas

En 2001, los bancos fueron desregulados en Islandia. Esto permitió a los bancos cargar con deudas cuando se adquirían compañías extranjeras. La crisis se desplegó cuando los bancos pasaron a ser incapaces de refinanciar sus deudas. Se estima que los tres principales bancos mantienen un exceso de deuda externa de 50€ millardos, o cerca de 160.000€ por cada residente islandés, para un producto interior bruto en Islandia de 8.5€ millardos.

Ya en marzo de 2008, el coste del fondo de garantía de depósitos privado para los depósitos en los bancos Landsbankinn y Kaupthing era ya de lejos mayor (6–8½% de la suma depositada) que para cualquier otro banco europeo. La corona, que había sido clasificada por The Economist a comienzos de 2007 como la divisa más sobrevaluada del mundo (basándose en el Índice Big Mac), había sufrido los efectos del carry trading (el retorno que produce un activo mientras lo mantenemos en nuestra posesión, de ser positivo, o el costo de mantener un activo, de ser negativo).

Partiendo de un mercado doméstico pequeño, los bancos islandeses habían financiado su expansión con préstamos en el mercado interbancario y, más recientemente, a través de depósitos de fuera de Islandia (lo que es a su vez una forma de deuda externa). Los hogares islandeses también tuvieron una importante participación, endeudándose por un volumen equivalente al 213% de la renta disponible, lo que condujo a la inflación. Esta inflación fue exacerbada por la práctica del Banco Central de Islandia de emitir préstamos de liquidez a los bancos en la base de bonos de nueva emisión y sin cobertura, lo que en la práctica venía a significar imprimir dinero.

En respuesta al alza de los precios (14% en los doce meses desde septiembre de 2008, comparado con un objetivo del 2.5%) el Banco Central de Islandia mantuvo los tipos de interés elevados, al 15.5%. Unos tipos de interés tan altos, comparados con el 5.5% en el Reino Unido o el 4% en la eurozona por ejemplo, estimularon a los inversores internacionales a realizar depósitos en coronas islandesas, lo que condujo a inflación monetaria: la oferta monetaria (M3) islandesa creció en un 56.5% en los doce meses desde septiembre de 2008, comparado con un 5.0% de crecimiento del PIB. La situación era, en la práctica, de burbuja económica, sobreestimando los inversores el valor real de la corona islandesa.

De modo similar a muchos otros bancos en el mundo, los bancos islandeses comenzaron a encontrar cada vez más difícil o imposible el refinanciamiento (roll over) de sus préstamos en el mercado interbancario, de modo que mientras sus prestamistas insistían en la necesidad de pago, ningún otro banco estaba dispuesto a realizar nuevos préstamos. En esta situación, un banco normalmente se ve en la obligación de solicitar un préstamo a su banco central haciendo que este actúe como prestamista de último recurso.

Sin embargo, en Islandia los bancos tenían un tamaño tan superior al de la economía nacional que el Banco Central de Islandia y el gobierno islandés no eran capaces de garantizar el pago de las deudas de sus bancos, lo que condujo al colapso de los bancos. Las reservas oficiales del Banco Central de Islandia se mantenían en 374.8 millardos de coronas hacia finales de septiembre de 2008, en comparación con 350.3 millardos de coronas en deuda internacional a corto plazo en manos del sector bancario islandés, y al menos £6.5 millardos (1.250 millardos de coronas) de depósitos comerciales en el Reino Unido.

La situación se vio empeorada por el hecho de que Icesave estaba operando como una sucursal de Landsbankinn, y no como una subsidiaria legalmente independiente. Así, era completamente dependiente del Banco Central de Islandia para la recepción de préstamos de emergencia de liquidez, y no podía en cambio acudir al Banco de Inglaterra para solicitar ayuda. La Autoridad de Servicios Financieros (FSA) británica conocía el riesgo, y consideró la imposición de requisitos especiales de liquidez sobre los bancos que tomaran depósitos islandeses durante las semanas anteriores a la crisis.

No obstante, el plan, que nunca fue implementado, habría forzado a los bancos islandeses a recortar los tipos de interés o detener nuevos depósitos, y podrían incluso haber desatado el tipo de pánico bancario para el que estaba diseñado para prevenir. Las autoridades de Guernsey también planearon el establecimiento de restricciones sobre las operaciones de bancos extranjeros operando como sucursales y las transferencias de fondos entre subsidiarias en Guernsey y sus casas madres. Landsbankinn operaba en Guernsey a través de una subsidiaria legalmente independiente.

La existencia de un pánico bancario en las cuentas en Reino Unido de Landsbankinn en el período hasta el 7 de octubre parece confirmada por una afirmación del banco del 10 de octubre, que dice "Landsbankinn Íslands transfirió fondos significativos a su sucursal en Reino Unido durante este tiempo para cumplir con los compromisos de Icesave." La transferencia de fondos desde Landsbankinn Guernsey a Heritable Bank, una subsidiaria de Landsbankinn en el Reino Unido, también sugirió un pánico bancario en el Reino Unido.

De la crisis, sus causas y consecuencias

En el año 2008, el PIB nominal per cápita de Islandia fue el séptimo más alto del mundo (US$ 55 462), y el decimocuarto más alto en términos de paridad de poder adquisitivo (US$ 36 769). A excepción de sus abundantes fuentes de energía hidroeléctrica y geotérmica, Islandia carece de recursos naturales; históricamente su economía depende en gran medida de la industria pesquera, que todavía aporta el 40% de los ingresos de exportación y emplea el 7% de la fuerza de trabajo. 

La economía es vulnerable a la disminución de los recursos pesqueros y a la caída de los precios mundiales de sus principales exportaciones: pesca, productos marinos, aluminio y ferro silicio. Pese a que aún depende en gran medida de la pesca, esta actividad ha disminuido su importancia, desde un 90% del total de las exportaciones que representaba en 1960, hasta el nivel del 40% que tuvo en 2006. 

Hasta el siglo XX, Islandia fue uno de los países más pobres en Europa occidental. Sin embargo, su gran crecimiento económico lo llevó a ocupar el primer lugar en el informe de la ONU sobre el Índice de Desarrollo Humano de 2007/2008, y el lugar 14 en esperanza de vida más alta en el mundo, con un promedio de 80,67 años. Muchos partidos políticos siguen estando en contra del acceso de Islandia a la Unión Europea, principalmente debido a la preocupación de los islandeses por perder el control sobre su economía y recursos naturales. 

En la última década, la economía islandesa se ha diversificado hacia el área de la manufactura y el sector servicios, incluyendo la producción de software, la biotecnología y los servicios financieros. Por otro lado, a pesar de la decisión de reanudar la caza comercial de ballenas en 2006, el sector del turismo también se está expandiendo con las crecientes tendencias del eco-turismo y el avistamiento de ballenas. La agricultura y ganadería de Islandia se basan principalmente en la producción de patatas, verduras (en invernaderos), productos lácteos y carne de cordero. 

El centro financiero del país es Borgartún, ubicado en la capital, alberga un gran número de empresas y tres bancos de inversión. El mercado de valores del país, la Bolsa de valores de Islandia (SIE), se estableció en 1985. El sistema fiscal de Islandia tiene uno de sus pilares fundamentales en la imposición sobre la renta de las personas físicas. En 2008, la tasa media de este impuesto, fue del 35,72%, descompuesta en un tipo estatal del 22,75% y uno municipal del 12,97%.83 

La tasa de impuesto de sociedades es del 18%, una de las más bajas del mundo. También destaca el impuesto al valor agregado con un tipo del 24,5%. En 2006 se eliminó el impuesto sobre el Patrimonio. Los reglamentos laborales son relativamente flexibles. Los derechos de propiedad son fuertes e Islandia es uno de los pocos países donde se aplican a la gestión pesquera. Los contribuyentes pagan subsidios distintos entre sí, similar a lo que ocurre en países con estado de bienestar, aunque el gasto es menor que en la mayoría de países europeos. 

Según la OCDE, la protección pública del sector agrícola es la más alta entre los países de esta organización, lo que significa un impedimento para un cambio estructural económico. Además, la atención de la salud y el gasto en la educación tienen una inversión relativamente pobre para los estándares de la OCDE. El Estudio Económica de Islandia 2008 publicado por esta organización destacó los desafíos que enfrenta Islandia en la moneda y en la política macroeconómica. 

La economía de Islandia fue gravemente golpeada por la crisis económica y financiera de 2008-2010, debido al colapso de su sistema bancario y la subsecuente crisis económica. Antes de la quiebra de los tres bancos más grandes del país, Glitnir, Landsbankinn y Kaupthing, su deuda combinada excedía en más de seis veces el PIB nacional de US$ 19 mil millones. La Autoridad Supervisora Financiera de Islandia utilizó el permiso otorgado por el Althing (parlamento nacional de Islandia) para nacionalizar los tres bancos. 

El 28 de octubre de 2008, el gobierno islandés aumentó la tasa de interés a un 18%, un movimiento obligado para poder conseguir un préstamo del Fondo Monetario Internacional. La inyección de dinero por parte del FMI resultó insuficiente, pero el comercio de coronas islandesas finalmente se restableció, con una devaluación que llevó a la moneda islandesa de una tasa de cambio de 70 ISK por euro a 250 ISK por euro. 

Esta devaluación permitió relanzar las exportaciones, principalmente de pescado y aluminio. El gobernador del Banco Central de Islandia declaró que el gobierno también acudió a Rusia para obtener un préstamo adicional de €4 000 millones. El 26 de enero de 2009, el gobierno de coalición colapsó debido al descontento de la ciudadanía con la gestión de la crisis. A la semana siguiente, se formó un nuevo gobierno de izquierda que inmediatamente destituyó al gobernador del Banco Central, Davíð Oddsson, y varios de sus homólogos de otros bancos privados en quiebra. 

En las elecciones generales de abril de 2009, una mayoría de izquierdas se instaló en el parlamento y Johanna Siguroardottir fue elegida para encabezar el gobierno. En 2010, se establece una asamblea constituyente de 25 miembros para reformar la Constitución del país. Ese mismo año, el gobierno sometió a referéndum el pago de la deuda contraída por los bancos privados islandeses en quiebra con ahorradores del Reino Unido y Países Bajos, pero el 90% de los ciudadanos se negó a asumirla. Sólo fueron compensados los ahorradores islandeses afectados por la quiebra del banco Icesave. 

La crisis financiera islandesa de 2008-2009 fue una importante crisis económica que implicó el colapso de los tres principales bancos comerciales del país tras sus dificultades en la refinanciación de su deuda a corto plazo y un pánico bancario en el Reino Unido. Comparado con el tamaño de su economía, el colapso bancario de Islandia es el mayor sufrido por cualquier país en la historia económica mundial. 

A finales de septiembre de 2008, se anunció que el banco Glitnir sería nacionalizado. Una semana después, se entregó el control de Landsbankinn y Glitnir a los receptores nombrados por la Autoridad de Supervisión Financiera (FME). Poco después, la misma organización declaraba también en suspensión de pagos el mayor banco de Islandia, el Kaupthing. El primer ministro Geir Haarde, al comentar la necesidad de medidas de emergencia, dijo el 6 de octubre: "Existía un peligro muy real... de que la economía islandesa, en el peor de los casos, fuera absorbida con sus bancos y el resultado podría haber sido una bancarrota nacional". 

También declaró que las medidas adoptadas por el Gobierno habían asegurado que el Estado islandés no iría a la quiebra. Al final del segundo trimestre de 2008, la deuda externa de Islandia era de 9.553.000 millones de coronas islandesas (50.000 millones de euros), más del 80% producida por el sector bancario. Este valor debe compararse con el producto interior bruto nacional de Islandia en el año 2007: 1.293.000 millones coronas (€ 8.500 millones). Los activos de los tres bancos bajo control del FME ascendieron a 14.437.000 millones de coronas al final del segundo trimestre de 2008. 

martes, 13 de agosto de 2013

Conclusiones

Islandia es un caso de éxito raramente visto a nivel macroeconómico. Su fortaleza radica en la unidad como pueblo que impidió que la deuda creciera más mediante la nacionalización de los bancos privados más grandes. Además, unidos como pueblo, tomaron la decisión de no pagar la deuda a los inversionistas extranjeros, lo cual evitó que el país ahondara en la recesión y que tuviera que pagar miles de millones de euros a los oportunistas extranjeros que llegaron a invertir en la década del 2000.

Este país del norte de Europa prefirió favorecer a sus habitantes en vez de favorecer los intereses extranjeros que buscaban aprovecharse de la situación privilegiada con la que cuenta este relativamente pequeño país. Islandia deberá ser un ejemplo a nivel mundial de cómo el pueblo se puede unir pacíficamente y no aceptar los grandes capitales extranjeros que muchas veces, por no decir todo el tiempo, buscan cómo aumentar sus riquezas sin importar las personas y pueblos afectados.

Comparación Costa Rica - Islandia

















Generalidades Islandia

Básicas

• Capital y ciudad más poblada: Reikiavik

• Idioma oficial: Islandés

• ‎Gentilicio: Islandés, islandesa

• Forma de gobierno: República parlamentaria

• Presidente: Ólafur Grímsson (desde 1996)

• Superficie Total: 103 125 km²

• Población total: 331 000 hab.


Económicas

• Moneda: Corona islandesa (ISK)

• PIB (2012 Mill.): 10.628€

• PIB per cápita (2012): 33.100€

• Principales bancos: Kaupthing, Landsbankinn y Glitnir

• Principales actividades económicas:

- Recursos naturales: energía geotérmica, energía hidroeléctrica.
- Productos agropecuarios: lácteos, patatas, ganado vacuno y lanar, pesca (arenque, langosta, langostinos), caballos y madera.
- Principales industrias: alimentos, bebidas, tabaco, accesorios para maquinas, artes gráficas, muebles y madera, productos minerales no metálicos, productos marinos, aluminio y derivados.

• Miembro de: OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ONU (Organización de las Naciones Unidas), OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), EEE (Espacio Económico Europeo), OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), EFTA (European Free Trade Association), Consejo Nórdico, COE (Council of Europe).


lunes, 12 de agosto de 2013

Reportaje de euronews


Evolución producto interno bruto

Ubicación geográfica

Puntos relevantes

• Durante la década del 2000 los bancos y empresas islandesas se lanzan abrupta y apresuradamente a una carrera de expansión económica, todos con miras de grandes ganancias en el extranjero (principalmente en la Unión Europea).

• La crisis se extendió cuando los bancos pasaron a ser incapaces de refinanciar sus deudas. Las operaciones de los bancos islandeses llegaron a 10 veces el PIB de Islandia. Comparado con el tamaño de su economía, el colapso bancario de Islandia es el mayor sufrido por cualquier país en la historia económica mundial.

• Los hogares islandeses también tuvieron una importante participación, endeudándose por un volumen equivalente al 213% de la renta disponible, lo que condujo a la inflación. Esta inflación fue exacerbada por la práctica del Banco Central de Islandia de emitir préstamos de liquidez a los bancos en la base de bonos de nueva emisión y sin cobertura, lo que en la práctica venía a significar imprimir dinero.

• Los bancos islandeses tenían un tamaño tan superior al de la economía nacional que el Banco Central de Islandia y el gobierno islandés no eran capaces de garantizar el pago de las deudas de sus bancos, lo que condujo al colapso de los tres principales bancos privados: Kaupthing, Landsbankinn y Glitnir.

• La liquidez hacia los bancos islandeses en el extranjero se paró con la caída de Lehman Brothers en el 2008. Al producirse la crisis estadounidense, el gobierno Británico intervino los bancos operantes en Gran Bretaña y es donde el Gobierno Islandés se ve obligado a intervenir localmente de forma en la que se garantizaran los depósitos islandeses con lo que una vez concedido el permiso, inician con la nacionalización de los tres principales bancos ya colapsados.

• Los ahorradores británicos y holandeses quedaron captados por las denominadas cuentas "Icesave". Ambos gobiernos deciden pagar a sus ahorradores sus depósitos pero exigiendo a Islandia la garantía mínima de depósito y el pago total de la deuda la cual sumaba unos 4 mil millones de Euros.

• Los ciudadanos islandeses se lanzaron a las calles a manifestarse en contra del pago de tales deudas a los gobiernos de Gran Bretaña y Holanda. El gobierno sometió a referéndum el pago de la deuda contraída por los bancos privados islandeses en quiebra con ahorradores del Reino Unido y Países Bajos, pero el 90% de los ciudadanos se negó a asumirla.

• La nacionalización de los principales bancos, el no pago de la mayoría de operaciones extranjeras, un programa de consolidación fiscal a medio plazo, la recuperación de un sistema bancario doméstico viable, el establecimiento de controles de capital y el trabajo y la adhesión a la Unión Europea fueron varias de las medidas tomadas para solucionar la crisis.